El cañón K (E) Gustav Gerät o también conocido como cañón Dora fue un inmenso cañón ferroviario de largo alcance, con un calibre de 800 mm. Construido en Essen (Alemania), fue utilizado durante la Segunda Guerra Mundial contra las fortificaciones de la ciudad de Sebastopol, en la península de Crimea. Hasta el día de hoy, es la pieza de artillería más grande que se ha construido jamás.
El arma totalmente montada pesa 1350 toneladas y podría disparar proyectiles con un peso de 7 toneladas a un rango de 47 kilómetros.
El arma fue diseñada para la batalla de Francia, pero no estaba preparada para la acción cuando la batalla comenzó. Gustav fue empleado posteriormente en la Unión Soviética en el asedio de Sebastopol durante la Operación Barbarroja, donde entre otras cosas, destruyó un depósito de municiones enterradas en el lecho de roca debajo de una bahía. La pistola se trasladó a Leningrado, y puede haber sido destinado a ser utilizado en el levantamiento de Varsovia al igual que otras piezas de asedio pesado aleman, pero la rebelión fue aplastada antes de que pudiera estar preparada para disparar. Gustav fue destruida cerca del final de la guerra en 1945 para evitar ser capturado por el Ejército Rojo.
El mayor cañón jamás construido tuvo una vida operativa de 13 días, durante los cuales disparó un total de 48 proyectiles. Necesitaba un convoy ferroviario de 25 vagones para ser transportado.
Se necesitaban 250 hombres para montar la pistola en 3 días, 2500 para poner la pista y cavar terraplenes, como así también 2 batallones Flak para proteger el arma del ataque aéreo.
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La cantidad de mano de obra necesaria para ensamblar el “Dora” era enorme. Cada uno de los 80 cm K (E) tenía un destacamento completo de no menos de 1.420 hombres al mando de un coronel. Este disponía de su propio cuartel general y personal de planificación. La dotación principal era de alrededor de 500 hombres, la mayoría de ellos necesarios para el complicado proceso de mantenimiento y manejo de la munición. Una vez en acción, estos 500 hombres permanecerían junto al cañón, pero el resto del personal estaba formado por varias unidades auxiliares, incluyendo una de inteligencia para determinar qué objetivos debían bombardearse. Otro importante número de tropas estaba destinado a los dos batallones de artillería antiaérea ligera, que siempre acompañaban al cañón cuando viajaba y que se encargaban además de algunas tareas de ensamblaje. Una vez que el cañón estaba en posición, estos batallones antiaéreos procuraban que no se acercaran intrusos por el aire. Dos compañías de centinelas patrullaban constantemente el perímetro de la posición (en una ocasión, estas compañías fueron rumanas) y en todo momento había un pequeño grupo de ingenieros civiles de Krupp que trataban los aspectos técnicos del monstruo e instruían a los soldados. Las tropas ferroviarias y el personal administrativo de costumbre completaban la dotación.
Incluso usando este pequeño ejército, llevaba entre tres y seis semanas el ensamblar el cañón con la ayuda de las dos grúas puente de 10 t que habían sido diseñadas especialmente para la tarea. Sólo el situar correctamente el material necesario para el ensamblaje ya era una tarea maestra de planificación ferroviaria, pero de alguna manera se logró llevarla a cabo y a principios de 1942 el “Dora” estaba listo, junto con el resto del dispositivo de asedio y toda la voluminosa cantidad de munición necesaria.
Hay que recordar que se ordenó la construcción de 3 piezas, de la cuales se terminaron 2 y solo una entró en acción. A la pieza de artillería K(E) 80 cm se le denominó "dora" y hay que diferenciar entre las 2 piezas que se terminaron Gustav y Dora. "Gustav" fue la única que entró en combate durante el Sitio de Sebastopol (1941-1942) y "dora" fue enviada a Stalingrado pero no llegó a entrar nunca en acción.
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Construcción y objetivos
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El cañón “Dora” - 80 cm K (E) – por su tamaño y peso, por no hablar de su desmesurada potencia de fuego, entró en acción tan sólo en una ocasión. Fue concebido originalmente para destrozar los fuertes de la línea Maginot, pero cuando comenzó la Campaña Occidental en 1940, el “Dora” estaba todavía en los talleres de Krupp en Essen y, de todas formas, el ejército alemán sobrepasó sin su ayuda la línea defensiva. De este modo, cuando el equipo de 8 dm había completado las pruebas del cañón en Hillersleben y las demás pruebas del equipo en Rugenwalde, no había nada en qué utilizar el cañón y su dotación.
Para justificar el esfuerzo de poner el enorme cañón y su séquito en acción, el objetivo potencial tenía que justificar toda la molestia que representaba hacerlo y no había realmente grandes líneas de fortificaciones en Europa con las que enfrentar al gran cañón. Los dos mayores sistemas de fortificaciones, las defensas de los Sudetes y la línea Maginot, estaban ambos en manos alemanas y parecía que el 80 cm K (E) estaba de más incluso antes de haber disparado un solo tiro.
A principios de 1941 apareció un objetivo potencial en los tableros de los estrategas, y éste era Gibraltar. Se planeó asaltar la aislada fortaleza en la boca del Mediterráneo para aislar dentro del mar interior a los aliados, pero como España era neutral, se necesitaba obtener permiso del general Franco para que las tropas alemanas viajaran a través de territorio español a fin de efectuar el ataque. Los planes para el asalto (denominados Operación Félix) llegaron al punto de que tropas paracaidistas y de planeadores alemanas estaban entrenándose activamente antes de que la reunión entre Adolf Hitler y Franco mostrara que el dictador español no estaba dispuesto a que su país se mezclara en un conflicto europeo a gran escala. Por lo que otro objetivo para el “Dora” llegó y se fue.
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Pasó algún tiempo en el campo de tiro de Rugenwalde disparando ocasionalmente proyectiles de demostración y siendo utilizado para las pruebas de algunos nuevos proyectiles anti-fortificación, y en un momento dado se habló de cambiarle el cañón de 800 mm por otro de 520 mm para aumentar su alcance. Este proyecto no se llevó a cabo, como tampoco otro para montar el cañón de 800 mm en un afuste autopropulsado con orugas para que pudiera utilizarse en batallas urbanas. Se invirtió un esfuerzo considerable en la planificación de esta estrafalaria idea antes de abandonarla, aunque no era más impracticable que el proyecto original del 80 cm K (E), que absorbió una inmensa cantidad de hombres y material de todo tipo, todo para disparar 48 proyectiles sobre las anticuadas fortalezas de Crimea.
En mayo de 1945, los componentes del “Dora” estaban dispersos por toda Europa Central. Los transportes ferroviarios cuidadosamente planeados habían sido atacados constantemente por aviones aliados y las piezas que todavía estaban intactas fueron destruidas por sus propias dotaciones y abandonadas para el asombro de los Aliados. Hoy, todo lo que queda del “Dora” son algunos proyectiles en museos.
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