EL MAYOR ATRACO, ROBO, LATROCINIO DE LA HISTORIA NUNCA JAMAS CONTADO
Hoy se cumplen 80 años del mayor atraco de la historia de la humanidad. Como suena. Sucedió en Madrid y aun así es desconocido en sus verdaderas dimensiones por la mayor parte de los españoles. Imagínense la de estudios, novelas históricas, películas, obras de teatro, óperas, cuadros y esculturas se podrían hacer con semejante suceso. Pero nada de nada porque lo perpetraron gentes que tienen patente de corso aquí, allí y allá.
Veamos. En la madrugada del 14 de septiembre de 1936 un grupo de cerrajeros, sindicalistas y pistoleros de la motorizada (la guardia personal del líder del PSOE Indalecio Prieto que menos de dos meses antes habían asesinado a Calvo Sotelo) asaltaron el Banco de España que estaba donde ahora está, en la plaza de Cibeles. Los enviaba el ministro de Hacienda, del PSOE, Juan Negrín. El gobierno lo presidía Francisco Largo Caballero, también del PSOE.
Arramplaron con las cuartas reservas de oro del planeta. El cajero mayor se suicidó de un disparo en su despacho, abrumado por tamaña iniquidad.
El presidente Azaña no fue informado y tampoco las Cortes, lo que despeja cualquier duda: no fue, en absoluto, una operación digamos económico-política sino un atraco monstruoso.
El 25 de octubre, los buques soviéticos Kine, Kursk, Neva y Volgoles zarparon de Cartagena con el oro, cientos y cientos de toneladas, rumbo a Odesa y hasta ahora. Stalin se quedó con todo. ¡Toma solidaridad obrera y revolucionaria!
Los mandarines de la memoria histórica callan. Solo les interesa lo que ellos seleccionan de la historia sin darse cuenta que la propia historia se cuenta porque gracias a Dios existen los historiadores comprometidos con la verdad de los hechos, que describen y escriben los hechos tal cual ocurrieron, éstos no se pueden ocultar y salen a la luz como las plantas de una semilla germinada. Luego cuando no gusta se intenta maquillar, o anular, o tergiversar o directamente ocultar, como en este caso. Pero lo que no saben es que cuando se falta el respeto a los ciudadanos, las consecuencias son impredecibles.
By frencinas
Saludos
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